domingo, 19 de octubre de 2008

LOS TURRONES Y EL MES MORADO


La historia tiene como protagonista a Josefa Marmanillo (conocida popularmente como doña Pepa), esclava del valle de cañete en la época colonial que destacaba como buena cocinera. Debido a unos problemas de salud, empezó a sentir una parálisis en las articulaciones que le impedía realizar sus labores cotidianas. Entonces pidió al Cristo de Pachacamilla que la sanará de ese mal.

Sus plegarias fueron atendidas y Josefa como agradecimiento a ese milagro, en la próxima salida del Señor, ya estaba apostada en una esquina con una tabla especialmente acondicionada, alzó el turrón con sus dos manos y se lo ofreció al Señor, con fé, amor y agradecimiento. Cuando regresó a Cañete, Josefa contaba que el Cristo había vuelto la cabeza y con una gran sonrisa le había agradecido y bendecido el presente.

Josefa se propuso venir todos los años a ofrecer su dulce en la Fiesta del Señor de los Milagros, luego fue su hija y la hija de ésta y así sucesivamente, hasta nuestros días, en que el Turrón de Doña Pepa, preside, desde hace trescientos años, las expresiones gastronómicas de la muy devota Proce

No hay comentarios: